sábado, 28 de noviembre de 2009

El origen de Blade Runner

La película Blade Runner, estrenada en 1982 y dirigida por Ridley Scott es la primera y mejor adaptación de la novela de 1968, del escritor norteamericano Philip Dick: ¿Sueñan los androides con ovejas electrónicas?
Durante mucho tiempo la ciencia ficción, también llamada por algunos críticos fantasía especulativa, fue considerada un género menor, pero Dick encasillado primero dentro de este grupo, pronto se convertiría en un autor de culto. Su imaginación fue capaz de adelantar dos de las obsesiones del hombre moderno occidental: el enfrentamiento de la conciencia humana con una realidad que se presenta frágil y engañosa, y la realidad individual puesta a prueba contra un poder o un universo invencible y hostil.
¿Sueñan los androides con ovejas electrónicas? es una de las mejores novelas de Philip K. Dick, y sin duda la más leída. Esta obra es una alucinante pesadilla tecnológica, cuyo tema principal es el impreciso límite que existe entre lo natural y lo artificial. En un mundo devastado por la guerra, lleno de restos tecnológicos y bloques de departamentos vacíos, Rick Deckard es un cazador mercenario cuya tarea consiste en retirar de la circulación a los androides rebeldes. Pero los Nexus 6 son androides con características especiales, casi humanos. Blade Runner, entonces, es la película que toma como base la novela de Dick y se enmarca tanto en la ciencia ficción como en el cine negro, pero sobre todo es una visión pesimista y trágica de la condición humana.
El ser humano está en declive, muerto; esto es lo que ponen de manifiesto sus creaciones más perfectas, unas “máquinas” que se han desarrollado hasta tal punto que, en contraposición con las personas “reales”, quieren vivir intensa y eternamente. De esta manera, la película plantea de forma fascinante una pregunta que siempre nos ha acompañado: “¿Qué nos hace humanos?”. Lo orgánico ha perdido todo su sentido y la gente deambula sin sentido por calles ruidosas y superpobladas donde la lluvia refleja perfectamente el estado de ánimo que el filme quiere transmitir.
Sin embargo, la novela y la película presentan ciertas diferencias: la novela se sitúa en 1992, habiéndose escrito en 1968. Este era un futuro muy próximo para el año del estreno de la película, 1982, cosa que arreglaron los guionistas situándola en 2019; además, en la novela, Rick Deckard es un cazador novato, y la misión que fundamenta la historia es la primera de importancia para él. Está casado, aunque no felizmente, y conserva algo de esperanza sobre la condición humana. En la película, Deckard es un veterano cazarrecompensas, divorciado, y totalmente perplejo y resignado sobre el futuro de la sociedad en la que se halla.
En síntesis, más allá de las diferencias entre Blade Runner y la novela que la inspiró, es importante señalar que la película de Scott abrió un camino en el cine de ciencia ficción y permitió que se empezara a valorar a Philip Dick, un autor que hoy nadie cuestiona y que, sin saberlo, terminó convertido en guionista de muchas de las películas del género como El vengador del futuro o Minority Report.